martes, 2 de septiembre de 2014

Hola, futuro.

Una nueva etapa que llega. Existe el miedo que siempre tenemos al cerrar una puerta, pero también las ganas de abrir otra. Dijeron que luchara por lo que quería y parece ser que lo he conseguido, tantas piedras en el camino y tan pocas caídas. Nunca fue suficiente lo conseguido, siempre se buscaba más perfección. Y así hasta ahora. Toca levantar el vuelo, los pies del suelo, crecer. Cual Peter Pan tengo un pánico horrible a eso de hacerme mayor, pues las ilusiones infantiles son las que siempre se deben mantener. Y da igual el entorno, las circunstancias y demás, nada puede obligarte a crecer. Al fin y al cabo, vivimos de eso, de ilusiones y solo se alimentan de la felicidad. Pero, ¿qué es la felicidad? Tengo la firme teoría de que solo se consigue rodeándose de gente que realmente importa, a la que realmente importas. Felicidad son momentos que nos dan la vida y las ganas de seguir, de poder con todo. No es tener siempre una sonrisa en la cara, sino contar con quien sepa encontrar risas entre lágrimas. Es acostarte una noche y pensar "Que afortunada soy de tener todo lo que tengo". Es levantarse cada mañana y saber que pase lo que pase, estarán ahí. ¿Alguna vez habéis visto a alguien que sea feliz sin contar con apoyo, confianza o cariño? Esa es la clave. La clave es saber conservar en tu vida a las personas que te aportan cada gramo de felicidad para hacer de tus días algo grande. Y yo, yo tengo a los mejores. ¡Bienvenida, nueva vida!

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