Hablemos sobre la imposibilidad de cumplir un sueño. Sobre aquello que no nos permite seguir luchando por él. Sobre todos los obstáculos que supone querer conseguir algo. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, resultará fácil llegar a la meta. A veces, ni siquiera llegaremos. Pero dime, ¿acaso eso debe quitarnos las ganas de continuar? Me defino a mí misma como un intento fallido de escritora. Muchos piensan que no tengo la edad para darme por vencida, otros que tengo demasiados pájaros en la cabeza para haber llegado a ilusionarme con ello algún día. Pero a pesar de todo esto, aquí estoy. Jamás dejaré de desahogarme con las palabras. Sé de primera mano que no tendré el coraje ni el valor para luchar por este sueño, el mío. Pero también tengo la certeza de que no dejaré de llevarlo a cabo. Sé que estas cuatro cosas no tienen mucho sentido, y que ni siquiera el que lea esto, sabe a que viene. Pues me explico. Quiero decir que los sueños nos ayudan a seguir adelante. Cuando una persona desea algo, tiene algo por lo que seguir, se abre un camino. ¿Cuántos de esos niños que juegan en la plaza del barrio llegarán a ser futbolistas? Probablemente ninguno. Y aunque muchos penséis que no, ellos lo saben. Pero mantienen la esperanza, la conservan porque les hace mantener una sonrisa. Un motivo. La mayoría de ellos, ni siquiera juegan por llegar a ser alguien en el mundo del deporte. Pero lo que tengo claro es que les ayuda a llevar los problemas que tienen dentro y fuera de casa. El fútbol es más que un deporte. Es una forma de vida. Es el desahogarse, el olvidar los problemas durante un rato. Es jugar a ilusionarse. Y a pesar de que a veces el obstáculo resulte demasiado grande para una persona, a pesar de que tenga la sensación más de una noche de que no tiene sentido, de que es imposible; es una ilusión, es tu espacio en el que olvidarte de todo. Y si algo tengo claro, es que nadie debe dejar nunca de lado lo que le hace feliz. Aunque cueste, aunque haya dolor. No te rindas, nunca.
Los sueños no están para cumplirlos, están para disfrutar del intento de llegar a ellos.
Los sueños no están para cumplirlos, están para disfrutar del intento de llegar a ellos.
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