domingo, 17 de noviembre de 2013

Daños.

Dices que sabes lo que siento, que a ti también te duele. Pero dime, ¿en serio conoces esta sensación? Dime si alguna vez te has quedado dormido entre lágrimas por mí, si has confundido el agua de la ducha con tu propio llanto. Dime si te has despertado al soñar que me perdías, si se te han hecho tan duras y largas las tardes como las mías desde que no estás. Dime que se siente cuando me ves, si realmente te entra esta impotencia. Si cuando paso cerca solo te apetece abrazarme pero el miedo al rechazo te lo impide. Si has tenido miedo a cruzarte conmigo de frente y echarte a llorar. Cuéntame las veces que te ha pasado hasta lo más mínimo y has tenido la necesidad de hablar conmigo. Cuántas veces tu piel se ha erizado al oír mi nombre, cuéntame la rabia que te da que te hablen de mí. Lo que te cuesta fingir las sonrisas desde que no tienes mi mano al lado. Dime las veces que has amanecido con los ojos rojos. Ten el valor de hacerme creer que realmente te duele todo esto. Pero ¿sabes? Tanto tú como yo sabemos que pierde el que quiere más. Y prometo, que nunca nadie me había dolido tanto como tú. Que una amistad llegue a romperte por dentro, que el vaso se vaya colmando gota a gota y notar como el día que se llene no podrás seguir. Si no sabes lo que es sentir lo que siento, no me hagas creer que lo pasas mal. No me mereces, no me merezco pasarlo así por alguien para quién ni siquiera existo. Pero vuelve cuando quieras, que con un poco de suerte, podré devolverte todo el daño que me estás haciendo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario